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¡Revelador hallazgo! Incas utilizaron ayahuasca en niñas que sacrificaron en nevado Ampato

Así lo precisa investigación desarrollada por científicos de las universidades de Varsovia y Católica Santa María

Nuevos estudios de investigación practicados a los cuerpos congelados de dos niñas que fueron sacrificadas hace 550 años por los incas en el nevado Ampato, ubicado en Arequipa, revelaron que antes de ser entregadas como ofrendas humanas al apu, consumieron hojas de coca y una bebida llamada ayahuasca.

El Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica de Santa María (UCSM), ubicado en la ciudad de Arequipa, alberga los cuerpos congelados materia de un proyecto de investigación realizada por dicha casa de estudios, en coordinación con el Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia, y que se inició hace dos años.

El estudio indica que los cuerpos de las dos niñas de seis años de edad, que fueron entregadas como ofrendas humanas, formaban parte del ritual del Capacocha, basado en la creencia inca que los niños no morían, sino que se reunían con sus antepasados quienes los observaban desde las cumbres de las altas montañas.

El proyecto denominado “Estudio de las Momias del Museo Santuarios Andinos de la UCSM” comprendió la realización de pruebas de rayos X a los cuerpos, los cuales también fueron sometidos a tomografías para analizar su morfología, y se llevó a cabo un análisis bioquímico de los cabellos de los cuerpos congelados.

La investigadora Dagmara Socha, bioarqueóloga del Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia, afirmó que durante las pruebas científicas practicadas a los cuerpos congelados, revelaron que los sacerdotes incas proporcionaron hojas de coca a las niñas y también ayahuasca, durante cuatro meses antes de ser sacrificadas.

El ayahuasca es una bebida preparada a base a hierbas que contienen Harmina un antidepresivo y relajante. De esta forma las menores que la consumían, no sufrían cuadros de ansiedad y depresión cuando eran trasladados desde el Cusco hasta el nevado donde iban hacer sacrificadas.

“Las pruebas detallan que los niños fueron recolectados de diversas partes del imperio y concentrados en un recinto especial en la capital del Tahuantinsuyo, desde ese lugar los sacerdotes y el Inca, disponían su traslado como ofrendas humanas a sus dioses para aplacar su furia”, explicó la científica Dagmara Socha.

Es importante señalar que los estudios realizados por las universidades de Varsovia y Católica de Santa María, fueron publicados en la revista científica Journal of Archaeological Science: Reports, la cual lo cataloga como uno de los cinco principales descubrimientos recientes, que podrían proporcionar información fascinante sobre los antiguos rituales de muerte.

Cabe indicar que los cuerpos de los niños congelados fueron descubiertos por Jonan Reinhard, científico estadounidense, quien también halló a Juanita la Dama de Ampato.

En octubre de 1995 el explorador ascendió por segunda vez al nevado, hallando dos cuerpos enterrados en una zona donde se había construido una plataforma de piedras, que servía como un altar de sacrificios, ubicado a 5,800 metros sobre el nivel del mar.

Jonan Reinhard manifestó que el nevado Ampato era una de las deidades más importantes del imperio inca, porque de los glaciares que se formaron en sus cumbres nacieron los ríos que permitían desarrollar la agricultura en zonas como el valle del Colca y también regulaban el ciclo ecológico permitiendo que se produzcan lluvias, fenómeno natural del que dependía la población para llenar sus represas e irrigar sus campos.

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