La zona arqueológica de Wayna Tauqaray, ubicada en el distrito de San Sebastián, al suroeste de la ciudad del Cusco, se proyecta a ser un espacio para la visita de turistas nacionales y extranjeros que deseen conocer las pirwas o colcas que en la época incaica servía para almacenar alimentos.
En la actualidad, en el complejo arqueológico se realizan trabajos de puesta en valor, restauración y conservación que se iniciaron el 2020. El sitio se ubica en el corazón del cerro Tauqaray y tiene 27 hectáreas, de las cuales se ejecutan dos.
Aquí se hallaron las denominadas pirwas o colcas, lugares que asemejan una especie de refrigeradoras, que eran utilizados por nuestros antepasados para almacenar alimentos.
Durante los trabajos especializados por un grupo itinerante de expertos y técnicos, se hallaron valiosos elementos líticos, cerámicos y sobre todo restos de maíz y cañihua, informó la residente de obra de la Dirección de Cultura de Cusco Lizbeth Rodríguez.
Explicó que la importancia radica en que es uno de los sistemas más antiguos de nuestro país que tiene las pirwas y que se ha podido registrar en Tauqaray, y que mantiene un buen estado de conservación. Pese a que estructuras similares se han podido hallar en el norte del país.
Fernando Díaz, supervisor de la obra, afirmó que la entidad invierte 4 millones 906,000 soles y que, en estos dos años de trabajos, conforme avanzaron con las excavaciones, se han dado con la sorpresa de que el lugar alberga importantes vestigios incaicos de una gran extensión.
Las técnicas que se utilizan para los trabajos de restauración son similares a los utilizados en época incaica. Se emplea paja para hacer soguillas y sujetar los techos. Por lo que se harán los trabajos de mantenimiento en promedio cada cinco años.
Antecedentes
Wayna Tauqaray es un conjunto de colcas conformado por dos sectores; el sector A por ocho colcas, y el sector B por cuatro, este último aún está en proceso de investigación. El conjunto de restos arqueológicos estuvo destinado para el almacenamiento de productos como tubérculos, quinua, maíz, incluso textiles y otros.
Estas colcas poseen un tamaño de 30 metros de largo por 3 a 5 de alto, actualmente se están realizando los trabajos finales del sector B, que consiste el techado de dichos recintos con ichu o paja. Cabe resaltar que en varias zonas hay canaletas para evitar que las estructuras se humedezcan o sufran daños, al menos durante la época de lluvias.
Cuenta con tres escaleras para acceder a zonas altas donde los vientos favorecen la conservación de los alimentos. El sitio arqueológico de ocupación incaica habría correspondido a los años 1450 a 1532.
Una vez concluida la labor de la Dirección de Cultura se preservará el recinto e impulsará un nuevo atractivo turístico para los miles de visitantes que arriben a esta ciudad, ya que desde el lugar se aprecia la gran urbe que antes fue la capital del Tahuantinsuyo.