Los niños menores de 18 meses y adultos mayores son los grupos etarios más afectados por el golpe de calor, conocido también como shock térmico, que se produce por las altas temperaturas, alertó el médico infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS), César Cabezas Sánchez.
De acuerdo con el especialista, esto se debe al aumento brusco de la temperatura ambiental, más aún frente al fenómeno El Niño, y las inadecuadas condiciones de vida de las personas dentro del hogar; por ello recomienda la hidratación constante y ventilar las viviendas.
“A los niños pequeños y adultos mayores se les debe ofrecer agua porque ellos no lo pedirán, debido a que pierden la sensación de sed. Además, las mamás no deben dejar de dar de lactar a sus bebés porque eso evitará la hidratación”, indicó.
Cabezas Sánchez explica que los pacientes empiezan a tener fiebre alta y pueden ser diagnosticados de enfermedades infecciosas y reciben antibióticos; sin embargo, la fiebre de más de 39 grados es persistente y no cede con antipiréticos, por lo que se puede considerar una fiebre inducida por calor y puede evolucionar a golpe de calor con daño severo de órganos.
“Si hay un daño del cerebro, hígado o riñón, como ocurre con temperaturas altas en el organismo, puede inducir a un daño multiorgánico y producir el fallecimiento de la persona en pocas horas”, comentó.
En ese sentido, aconseja protegerse del sol con sombrero de ala ancha o una sombrilla, comer frutas y verduras frescas, y utilizar ropa cómoda, ligera, de algodón y de colores claros; sobre todo las personas que trabajan en el campo, mototaxistas y soldados.
Se recomienda no exponerse al sol de forma directa entre las diez de la mañana y cuatro de la tarde.
Cabezas Sánchez señala que los síntomas iniciales por golpe de calor son fiebre, sed, sudoración excesiva, sensación de sofocación y ahogamiento, sequedad en la boca, piel enrojecida y seca.
Ante ello, de debe colocar a la persona en un lugar fresco, retirarle las prendas no necesarias y aplicarle compresas de agua fría para ayudar a reducir la temperatura corporal hasta que pueda ser atendido por un profesional de salud y llevado a un establecimiento para su atención.