La adaptación de la regulación a los diferentes aspectos del mercado financiero peruano ha permitido que sectores informales puedan acceder a créditos, afirmó la jefa de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), Socorro Heysen.

“En la SBS venimos de un mundo en el que la regulación es esencial. Los estados financieros son de los más regulados en los distintos mercados en una economía como la peruana”, sostuvo durante su participación en el Seminario Anual de Investigación 2022, organizado por el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES).

Agregó que en el mercado financiero local hay la necesidad de establecer regulación prudencial con fines de estabilidad financiera. “Como regulador sectorial, actuamos en un mercado que tiene una serie de aspectos estructurales que no se encuentran bajo nuestro control”, refirió.

Entre ellos, detalló, se encuentran los aspectos laborales y la informalidad, y las empresas financieras también consideran estos factores como aspectos dados.

“El principal de ellos es la informalidad y, en este contexto, como reguladores tenemos que adaptarnos y ser flexibles a la existencia de estos factores estructurales”, precisó.

Un ejemplo de adaptación a esta situación es la regulación que realiza la SBS de la clasificación de los deudores de créditos del sistema financiero, especialmente, los deudores de microempresas y pequeñas empresas (mype).

“Las mype explican el 98% del total de las empresas en el Perú y proveen el 75% del empleo en la población económicamente activa (PEA) y explican el 42% del producto bruto interno (PBI). Estas empresas, que son altamente informales, no suelen tener estados financieros que puedan poner a disposición de la entidad financiera en el momento de otorgar un crédito”, aseveró Heysen.

Por ello, sostuvo, se ha desarrollado en el Perú y en muchos otros países un sistema financiero que otorga créditos a las mype tomando en cuenta sus propias características.

“Para ello, es necesario que la regulación reconozca que estos deudores no tienen estados financieros y que el modelo de negocio para el otorgamiento de crédito para evaluar su probabilidad de pago no tiene que ver exactamente con estados financieros sino con una estimación de la capacidad de pago”, explicó.

Precisó que esto fue aceptado en la regulación y ha posibilitado el desarrollo de una industria microfinanciera muy potente y muy útil para la inclusión de un sector amplio de la población y de las empresas.

“Este es un ejemplo de adaptación a una situación dada y que puede ponerse en peligro por medidas demasiado inclusivas que terminan afectando justamente la posibilidad de inclusión de la industria micro financiera o también de la industria de crédito de consumo”, advirtió.

Pensiones

La jefa de la SBS se refirió también al sistema de pensiones peruano. “Sabemos que el mercado peruano tiene una alta tasa de informalidad. El 60% de la fuerza laboral se encuentra afiliada a un sistema de pensiones, sin embargo, sólo entre el 20% y el 30% realiza aportes con regularidad”, dijo.

Heysen detalló que, desde el momento en que el que están en el mundo formal, los trabajadores contribuyen a una pensión, “pero como oscilan y salen del sector formal para pasar al informal y luego retornar al formal a lo largo de su carrera, tienen periodos muy grandes en donde no realizan aportes.”

De acuerdo con la funcionaria, el sistema de pensiones muestra una baja regularidad de aportes debido al elevado grado de informalidad. “Esto ocasiona que, a lo largo de la vida laboral, muchos trabajadores no generen pensiones suficientes para poder tener un ingreso adecuado durante su vejez.”

Ese contexto de bajas pensiones, agregó, ha sido agravado por medidas recientes de retiros anticipados de fondo, tantos por desempleo, como por retiros totales del fondo a la edad de jubilación o retiros varios durante el periodo de pandemia para cubrir emergencias.

“Todas estas iniciativas han contribuido a debilitar el sistema privado de pensiones, repercutiendo negativamente en la expectativa de una gran parte de la población que ya tenía problemas para generar ingresos suficientes en la vejez y que ahora los tendrá aún más. La proporción de la población sin acceso a una pensión es aún mayor”, puntualizó.

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