Un total de 33 playas de Lima Metropolitana están actualmente aptas y en condiciones saludables para el baño y recreación de los bañistas, informó la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa).
En diálogo con la agencia Andina, el director general de la institución, José Ramos, explicó que esas playas aprobaron las tres condiciones sanitarias para ser clasificadas como saludables: calidad microbiológica, calidad de limpieza e instalación de servicios higiénicos
Digesa determina si el mar está contaminado o no, pero la verificación del cumplimiento de las otras dos condiciones está en manos de las municipalidades, precisó Ramos.
“Las municipalidades habilitan las condiciones de limpieza, es decir, acondicionan tachos de basura o limpian la arena. También deben asegurar que no haya residuos sólidos, pero también son responsables de asegurar que existan servicios higiénicos o que éstos se encuentren operativos”, señaló.
Evaluación semanal
Ramos Rico refirió que en Lima Metropolitana la vigilancia la desarrollan semanalmente los inspectores de las Direcciones de Redes Integradas de Salud (Diris) de Lima Norte, Lima Sur y Lima Centro, y la reportan al aplicativo Verano Saludable (ver aquí).
La calificación de saludable o no saludable puede variar, eso depende de las municipalidades, de cuánto cumplan sus responsabilidades en el cuidado de la limpieza de las playas e instalación de servicios higiénicos.
Pero también, de que eviten el arrojo de desperdicios al mar o que desemboquen aguas residuales en él. En ambos casos, la gestión edil tiene en sus manos proteger el mar de contaminantes, agregó.
A la Digesa le corresponde vigilar la calidad microbiológica del mar para detectar si existe la presencia de coliformes, un tipo de bacterias que indican la presencia de otras que causan enfermedades en el agua.
“La Digesa verifica si su presencia superó el rango del límite permitido, porque de ser así, la playa califica como no saludable”, acotó el funcionario.
Repsol y las playas no saludables
Ramos Rico exhortó a la población a no acudir a ninguna de las playas contaminadas por el petróleo que derramó la empresa Repsol el 15 de enero del 2022, y que afectó las aguas de Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama, inclusive las de Chancay.
Reiteró la recomendación porque calificó de imprecisas las afirmaciones de la empresa, respecto a que algunas playas no estarían contaminadas.
“Repsol no es autoridad sanitaria. El hidrocarburo se sedimenta en la arena, y las personas al ingresar al mar la pisan, pero también contamina el aire, y por ende puede afectar a las familias que acomodan a recibir los rayos de sol. Los daños no se verán inmediatamente”.