Estudiantes peruanas ganan competencia por complemento nutricional a base de cushuro

La anemia infantil es uno de los principales problemas de salud pública. De hecho, en el Perú, casi el 40% de niños y niñas menores de tres años padecen de anemia, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2021 (ENDES) del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Por ello, para ayudar a combatir esta problemática, dos estudiantes del instituto Certus han desarrollado “Súper Wawakuna”, un complemento nutricional hecho a base del cushuro.

Este novedoso proyecto es un complemento hiperproteico y muy rico en hierro, pues está elaborado con cushuro y avena fortificada; ingredientes que contienen calcio, hierro, potasio y una alta concentración de proteínas. Gracias a su proceso de fabricación, “Súper Wawakuna” no tiene ningún olor ni sabor, lo que convierte a este complemento en el acompañante perfecto para cualquier tipo de comidas y/o bebidas.

“Decidimos crear un producto que sea de fácil uso y amigable para los niños menores de cinco años, etapa fundamental para su crecimiento. “Súper Wawakuna” es un complemento que tendrá un costo accesible para que todas las familias del Perú puedan adquirirlo, y así reducir los altos índices de anemia infantil, ya que, 10 gramos de este producto contienen más calcio que la leche y más hierro que un plato de lentejas”, señala Ruth Cañari Machuca, estudiante de Certus y cocreadora del proyecto.

Proyecto de talla internacional

La iniciativa, desarrollada por Ruth Cañari Machuca y Jazmín Peña Delzo, estudiantes de la carrera de Administración de Empresas de Certus, logró ocupar el primer puesto en la última edición de Soluciones de_Mentes, el concurso interinstitucional de innovación más importante de Latinoamérica. Este proyecto destacó entre las 155 propuestas de diversas universidades e institutos procedentes de Chile, Ecuador, Panamá, Costa Rica y El Salvador.

El propósito de este concurso es encontrar proyectos que demuestren la capacidad creativa de nuestra región enfocadas en construir nuevas dinámicas sociales, ambientales y económicas para resolver los grandes desafíos que enfrentamos como humanidad. “Estamos muy orgullosos del logro que han obtenido nuestras estudiantes. Un proyecto que no solo ayudará a la población afectada por este mal, sino también contribuirá a generar más trabajo, gracias al modelo de negocio que propone”, mencionó David Álvarez, docente de Certus.

Cabe señalar que el proyecto estuvo a cargo de Jimmy Aguirre, Moisés Quiñonez y David Álvarez, docentes del instituto Certus, quienes brindaron el acompañamiento a las estudiantes para el desarrollo de “Súper Wawakuna”.

Finalmente, Cañari explicó que la primera etapa de implementación se dará en Ate, pues este distrito tiene altos índices de anemia infantil, y posteriormente se realizará en San Juan de Lurigancho. Asimismo, señala que se busca lograr resultados positivos en un plazo de cinco años.

«Tenemos planeada la búsqueda y creación de alianzas estratégicas con los bodegueros, que nos permitirían llegar de forma directa a las madres de familia de escasos recursos que, a diferencia de otras madres, no pueden hacer compras mensuales o semanales en grandes cantidades, ya que su posibilidad económica no se los permite», señala Ruth Cañari a la Agencia Andina.

¿Qué es el cushuro y cuáles son sus propiedades?

El cushuro es un tipo de alga andina que puede hallarse en las precordilleras andinas, cerca de los 3000 m.s.n.m. Tienen una apariencia esférica y son conocidas por su gran aporte nutricional. «La idea de emprender este proyecto nace a partir de la experiencia con un pariente muy cercano al cual le detectaron anemia. A mis familiares les recomendaron usar esta alga, ya que tiene grandes propiedades para tratar la enfermedad», comenta Cañari. «Mi madre comenzó a prepararlo en comidas y bebidas diarias, y con el transcurso del tiempo, la mejoría del paciente fue notable».

A raíz de esta experiencia, Cañari y Peña identificaron las bondades del cushuro. Es así que deciden investigar más sobre sus propiedades nutricionales. Finalmente, llegaron a la conclusión de que su uso sería un gran aporte para un problema que aún sigue latente en nuestro país y que afecta directamente a más de 700 mil niños menores de tres años, según el INS.

El proceso de elaboración del complemento nutricional consta de dos etapas. Primero se desinfecta el insumo. Después, se inicia con la deshidratación osmótica, mediante una máquina de calor, donde se concentra y comprime esencialmente todo el valor nutricional de forma solidificada para, finalmente, convertirlo en polvo.

«El aporte nutricional de este insumo consiste en las propiedades muy beneficiosas que posee para la salud como el hierro, calcio, proteínas y vitaminas que permiten desarrollar y fortalecer el sistema inmune de los niños», precisa Cañari.

El proyecto contó con el financiamiento del instituto Certus, aunque tanto Cañari como Peña esperan que más empresas e instituciones públicas y privadas se sumen a la iniciativa.

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